Mon. Feb 17th, 2025

El universo del colegio Las Encinas ha provocado que Tip top sea una de las series que más ha engatusado a la multitud, en la que los estilismos, según su responsable Cristina Rodríguez (52 años) “sin bies y envueltos en celofán”, asumen una parte extraordinaria y se convierte en un trampolín para el surgimiento de marcas made in Spain.

“En series y películas estamos acostumbrados a la moda de batir la historia, pero con sentimiento también contamos historias, y este es el tipo de cosas que la gente de hoy en día está muy interesada”, dice el jefe de equipo de Primera clase sobre el armario. de la serie, tan aclamada como la trama real.

Para la seis veces elegida Beca Goya a mejor plan de vestuario Cristina Rodríguez, la definición que más se acerca a representar el armario de la serie Primera clase es “encerrado en celofán”. Una pieza que hace su presentación en España introduciendo un armario que tiene tanta trascendencia como la trama, algo “sorprendente”.

La esteticista da sentido a que en la serie “Se cuidan los códigos de esa pobre acabada antes en España”, algo que contrasta a nivel de buen gusto con la serie estadounidense Sexo en Nueva York. “Posiblemente, lo más intrigante de Sex and the City es su agrupación, ya que la separa. El estilo se vuelve tan importante como la trama, y ​​eso a veces es difícil de aceptar”, agrega.

“En las pantallas tenemos a veces edificios mientras se representa a la alta sociedad. Nos preocupa la posibilidad de que el observador no se distinga”, dice la esteticista, quien subraya la necesidad de desarrollarse en esta mirada, algo que confiesa. es concebible cuando la historia “está todo arreglada y contada”, como él considera es la situación de Primera clase.

Para realizar los conjuntos de la ficción, asegura no haber tenido “edificios ni sesgos” al arreglar el estilo de los diversos personajes de esta clase social. “Cuando tienes prejuicios no eres un creador decente”, agrega, exigiendo desarrollar diferentes tipos de códigos en los que el estilo se convierta en el foco abrumador sin deslizarse por las grietas.

“Los observadores actualmente viven en el ámbito de las comunidades informales, donde todo es significativamente más optimista”, comenta sobre el estilo intrincado y llamativo de los personajes, situando a Primera clase como una ficción “que muestra lo que nos hubiera gustado”. del azar de ser o hacer, algo fascinante que separa a la serie de otras”.

De creadores similares a la última parte de la serie de los 90 Al Leaving Class, Tip top ofrece esta trama equivalente de adolescentes y su vida cotidiana en una escuela secundaria, pero varía exactamente en esa parte optimista. “Aunque Leaving Class fue naturalista y atractivo, Tip top es el anhelo”.

Estilismos ricos y cuidados presentan así prendas de grandes firmas de lujo como Yves Holy Laurent que coinciden con firmas españolas emergentes como Rubén Galarreta, Mnlo Shop, 404 Studio o Beautiful Disgraze, muchas de ellas apareciendo en el espacio para jóvenes creadores de la moda. Tramo de siete días del diseño de Madrid.

“Hemos hecho una búsqueda de firmas por todo el mundo, desde Canadá hasta Croacia o Australia”, apunta Rodríguez sobre el método de buscar prendas para el armario, que también incorpora firmas españolas fusionadas como Pronovias, Pertegaz o Yolancris. .

“Los makers que empiezan tienen un derroche de imaginación y hacen locuras, las mismas que tenemos que hacer nosotros, por eso son los planners que más nos han encajado”, plantea sobre estas nacientes firmas que, en A diferencia de los expuestos, “están en un segundo en el que arriesgan por inventiva versus tratos”, demuestra.

La esteticista y su grupo de diez personas llegaron a estas organizaciones “explorando mucho” en la Web, y cuando las encontraron, las eligieron con decisión. “No nos importaba dónde estaban ni los seguidores que tenían en las redes. Suponiendo que lo preferíamos, lo cogíamos”, dice.

El misterio de los trajes radica en un equilibrio que el hacedor estructura a partir de varias prendas. “También usamos Inditex, y básicos de 30 € que complementamos con volantes de 500 €, envolviendo piezas que no cuestan en extravagancia”, dice sobre un ciclo de preparación que, según dice, suele durar al menos dos meses.

A medida que la serie produce nuevas temporadas, su fama y sus conjuntos también se desarrollan, algo que no amenaza a Rodríguez. “Para mí es más sencillo ir a más que a menos. Para mí más es en todos los casos casi nada, y estoy cansada de bajarle el tono sería lo mejor”, remarca sobre una tarea que califica de “absolutamente profesional”. “. “La serie es como niños, si la tratamos mal, nuestros corazones palpitan”.

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